1. Contaminación del agua

El Aprovechamiento de los recursos hídricos de las Cuencas Hidrográficas en el Perú adolece de una planificación integral, el cual provoca el deterioro de la calidad y cantidad. Las actividades antrópicas de captación de las aguas (centrales hidroeléctricas, consumo humano, minería, industria, petróleo, agricultura y otros usos) y la evacuación a las mismas (efluentes líquidos urbanos, hospitales, minería, industria, narcotráfico, agroquímicos a través del drenaje, desechos sólidos en riberas de ríos, entre otros) en la mayoría de los casos, no se hacen en base a un plan integral.

El recurso agua que se aprovecha para múltiples actividades tiene características globales de contaminación, la cual se origina por el esfuerzo que el país hace por superar su estado de desarrollo. El volumen de agua respecto a la cantidad de uso consuntivo a nivel nacional es de 18,972 MMC, de los cuales el 85.74% son para uso agrícola, 6,66% para uso poblacional, 1.09% para uso minero, 6.09% para uso industrial y 0.42% para uso pecuario, también a esto se debe agregar que el uso no consuntivo es de 11,139 MMC básicamente para fines energéticos.

Respecto a la calidad de aguas se consideran que existe una descarga anual de 960.5 MMC de desagües sobre el agua superficial, subterránea y marina, de los cuales el 64% pertenece a desagües domésticos, 5.6% desagües industriales 4.4% de desagües pesqueros, 25.4% de efluentes mineros y 0.2% por efluentes petroleros.

Las actividades antrópicas anteriormente descritas están impactando negativamente sobre el recurso hídrico y los otros factores ambientales directos como son las aguas subterráneas, aspectos sociales, económicos, culturales y estéticos de las diferentes cuencas hidrográficas.

Las aguas son contaminadas por descargas domésticas, con un alto contenido de parásitos y organismos patógenos, por contaminación de los relaves mineros a través de las impurezas que arrojan directamente a los ríos como cobre, plomo, zinc, fierro y plata, o como consecuencia de los procesos industriales que arrojan sustancias tóxicas que luego son evacuados en el cauce de los ríos o quebradas.

Como consecuencia de la alteración de la calidad del agua se encostran los suelos, cambia el pH y disminuye la velocidad de infiltración y oxigenación de la capa arable. Más aún si el uso de biocidas, para el control de plagas y enfermedades, contribuyen a la fijación en el suelo de contaminantes.

La contaminación del agua por fertilizantes inorgánicos sobre todo nitrógeno y fósforo, es peligroso por las enfermedades que producen. Por ejemplo la ingestión de alimentos o del agua con cantidades elevadas de nitratos desarrollan la metahemoglonemia, que se manifiesta por dificultades respiratorias y vértigos debido a falta de oxigenación de los tejidos.


Cuadro N°2.4 Contaminación de ríos del Perú

Río Parámetro de riesgo
Huallaga Nitrator, cobre, oxígeno disuelto
Llaucano cobre, zinc, cadmio y plomo
Santa Coliformes totales, cobre, plomo, ciaunuro, nitratos
Rímac Coliformes totales, plomo, ciaunuro, nitratos
Pisco Salinidad, cadmio, níquel, plomo, cianuro, arsénico
Locumba Salinidad, mercurio, cadmio, níquel, arsénico
Mantaro Nitratos, cadmio, cobre, plomo, zinc
Moche Mercurio, cadmio, plomo, cobre y arsénico
Fuente: DGAS, 1992.

En muchos casos la desaparición de la fauna hidrobiológica de los ríos, de la costa, principalmente, es debido a la infestación de los cauces de ríos de contaminantes, como ha sucedido en la región sur del país, en el caso de la desaparición del camarón del río Locumba, debido a la deposición de relaves mineros que realiza la Southern Perú Coopper Corportation, producto de sus operaciones mineras de Toquepala y Cuajone.

Los ríos más contaminados en el Perú son: en la cuenca del Mantaro: los ríos Mantaro, San Juan, Huarón, Carhuacayán, Yauli y Azulcolcha; en la Costa: el río Rimac, Moche, Santa, Cañete, Pisco y Locumba; también los ríos Huallaga, Hualgayoc y Huancapetí, en la selva.
Las lagunas más contaminadas son: Junín, Quilcacoha, Huasca Cocha, Antauta y Llacsacocha.

La captación de aguas superficiales a través de bocatomas, presas (centrales hidroeléctricas, agua doméstica, agua de riego, industriales entre otros); la extracción de aguas subterráneas más de lo permitido están generando malestares a poblaciones aguas abajo, las áreas de riego y la existencia de los recursos hidrobiologicos e inclusive las bahías de la costa Peruana.

En síntesis se puede señalar que el problema de la disminución de los caudales de los ríos y la contaminación de sus aguas requiere urgentes medidas para el control; para lo cual es necesario aplicar en toda su dimensión lo estipulado en el Código del Medio Ambiente y la Normatividad de la Biodiversidad. Es preocupante los efectos en cadena a largo plazo que ocurrirá sobre la salud pública, las aguas subterráneas, los recursos hidrobiológicos y el riego.



2.5.2 El proceso de desertificación en el Perú

La desertificación en América del Sur afecta el 56% de las tierras áridas en grado moderado y 22% en un grado severo (Dregne, 1983). Varios millones de personas viven en estas áreas de suelos degradados que pueden empeorar si no son bien manejados. De los 28.5 millones de habitantes en tierras secas de América del Sur, 4 millones viven en terreno montañoso, 22 millones en áreas con agricultura de secano, y 2.5 millones en áreas con irrigación. Así pues, las diferentes regiones geográficas sufren en mayor o menor grado la pérdida de suelos productivos por salinización; creación y desplazamientos de dunas; pérdida de agua de superficie y subterráneas en calidad y cantidad; y un rápido desgaste de la cubierta vegetal. La presión del crecimiento de la población puede también aumentar el grado de desertificación si es que no se modifican las prácticas de uso de la tierra. Pero mucho de esto es el resultado de condiciones climáticas (altas tasas de evapotranspiración, lluvia escasa y errática y sequías recurrentes) y de características físicas inherentes del área (suelos permeables o impermeables y capas freáticas altas).

En el Perú, la desertificación es un problema evidente y creciente. El área deforestada llega a 8 millones de hectáreas. Gran parte de los bosques de protección han sido explotados por los campesinos, nativos y colonos. El recurso forestal peruano abarca el 62 % del territorio nacional y encierra una gran variedad de riquezas lo que lo convierte en una alternativa importante para el desarrollo nacional. Sin embargo la desertificación de la cubierta vegetal se presenta de manera acelerada en tierras para pastos, y en tierras para protección; anualmente los índices de deforestación es de 300 mil hectáreas frente a una reforestación de 25 mil hectáreas.