Caprinos

Situación actual

Desde tiempos remotos la cabra (Capra hircus) fue uno de los principales mamíferos domesticados por el hombre y ha estado ligada a él desde los albores de la civilización, proveyéndole de carne, leche, fibra y pieles.

La cabra domestica se halla distribuida en prácticamente todo el mundo con excepción de las zonas polares y trópicos muy húmedos. Los países de mayor población de cabras son la India y China, que poseen numerosos pequeños rebaños de criadores. Desde su lugar de origen que es la Cuenca del Mediterráneo se expandieron a todo el mundo.

Las cabras ingresaron a América Latina con los españoles en el siglo XVI, que las traían para abastecer de leche y carne a sus tripulantes. En el Perú los caprinos se han desarrollado preferentemente en la costa norte, quebradas y valles interandinos. Se introdujeron las razas españolas Murciana, Granadina y Malagueña, que luego de numerosas generaciones de adaptación al medio peruano han dado lugar al caprino denominado “criollo”.

Importancia

La crianza de ganado caprino representa una actividad principal e importante fuente de alimentos e ingresos para numerosas familias que se dedican a ella en la costa y sierra del país (Piura, Ayacucho, Lima, Huancavelica e Ica). Para otras es una actividad generadora de ingresos complementaria a la agricultura.

La crianza está orientada mayormente a la producción de carne de cabrito y de leche para la producción de queso los cuales se comercializan principalmente a nivel local y regional. En los últimos años, muchos criadores tradicionales han sido capacitados y organizados para mejorar la producción y calidad de la leche y sus subproductos, contándose actualmente con Asociaciones que trabajan abasteciendo de leche a plantas queseras para proveer de variedades de queso a supermercados, en las principales ciudades de la costa. Las pieles son también comercializadas para la industria de curtiembre.

El consumo de carne de caprino no está difundido a nivel nacional. Su consumo está mayormente vinculado a costumbres regionales localizadas principalmente en la costa norte del país (en donde se tienen platos especializados de cabrito) y departamentos de la sierra con mayor población. Su consumo se ve desplazado por las preferencias de la carne de vacuno y pollo. A nivel nacional el consumo per cápita de carne de caprino se estima en 0.25 kg/hab/año.

Sin embargo es importante resaltar que las políticas de gobierno no deben marginar a esta especie, a que estos animales aprovechan eficientemente la vegetación natural y subproductos agrícolas, constituyendo recursos alimenticios, proteicos y económicos para una población rural marginada en diferentes zonas del país.